Si tienes experiencia en el mundo del tarot y la videncia, seguro que te ha quedado claro por qué te conviene llamar a videntes sin gabinete. Asimismo, habrás podido comprobar por ti misma que las consultas telefónicas son igual de eficaces y mucho más ventajosas que las presenciales. También sabrás reconocer a las mejores videntes en cuanto hablas con ellas.
Sin embargo, las personas no iniciadas en este mundo desconocen muchos aspectos básicos y, cuando empìezan a experimentar con el propósito de encontrar una auténtica solución a sus problemas, pueden sentirse frustradas. A menudo, además, son carne de cañón para los malos profesionales, ya que, como en todos los campos, también los hay en este.
Sea como sea, no te preocupes. El primer concepto que debes tener claro es que la videncia real existe y es absolutamente útil para alguien como tú. Gracias a la videncia sin gabinete obtendrás gran cantidad de respuestas válidas para todos esos temas complejos que te inquietan, te bloquean o te paralizan. Así que, dado que estás considerando la posibilidad de contactar con los mejores videntes sin gabinete, ya has dado el primer paso hacia la felicidad, la autoconfianza y el equilibro personal.
¿Te parece bien si empezamos a aclarar conceptos?
ESMERALDA, TAROT AMOR Y VIDENCIA
Esmeralda Romero (la auténtica vidente Esmeralda Romero ⭐) se caracteriza por ser experta en temas de amor. Utiliza la videncia y el tarot amor para que consigas solucionar las inquietudes a nivel sentimental, de amor y pareja.
Esmeralda es una persona honesta, una buena tarotista y buena vidente, empática y cercana. Es una gran profesional del tarot que lleva muchos años ya mejorando la vida de muchas personas. Es vidente natural y sin duda, una de las mejores para solucionar esos asuntos del amor 💖 que a veces nos preocupan tanto.
Considerada la mejor vidente de España 2018.
<!–Autora de los mejores rituales de la noche de San Juan 2017.–>
Videntes sin gabinete que te atienden personalmente
En qué consiste la videncia sin gabinete
Los videntes sin gabinete son aquellos que llevan a la práctica esa máxima de «soy vidente y atiendo personalmente». Y, tenlo claro de antemano, son los mejores que existen.
Esta idea, en principio, parece chocar con la intuición. Quizás estés pensando, precisamente, lo contrario: si un vidente es bueno, tendrá muchas consultas programadas, la demanda subirá y, con ello, podrá ganar mucho dinero. Es lógico pensar, por ello, que acabará reuniendo un equipo de colaboradores e intermediarios para canalizar los contactos y atender todas las solicitudes. Por eso, la videncia con gabinete parece mejor que la otra.
En realidad, este razonamiento podría servir para la mayoría de las profesiones y negocios actuales, pero la videncia es muchísimo más que una actividad empresarial.
Por qué son mejores los videntes sin gabinete
Hay una verdad incontestable que debes grabar a fuego en tu conocimiento: los mejores videntes son siempre naturales, es decir, cuentan con este don desde su nacimiento. Además, han aprendido a aprovecharlo y son conscientes del inmenso poder que les ha sido otorgado. Asimismo, el Universo se ha encargado de entregar este talento únicamente a seres de luz, que tienen muy presente la inmensa responsabilidad que han adquirido al recibirlo. Y aquí radica la clave. Los verdaderos videntes se sienten en deuda con la Providencia y son plenamente conscientes de qué y quiénes son. Por eso, necesitan ayudar a los demás: asumen que esa capacidad extraordinaria recibida ha de ser puesta al servicio de su prójimo.
Es decir, ejercen la clarividencia por agradecimiento y amor a los demás, no por dinero. Por lo tanto, esta es otra idea importante: habitualmente, los mejores videntes no son caros, sino todo lo contrario.
En términos de aciertos, los videntes innatos nunca fallan. Siempre dan en la diana. Y lo hacen porque sus artes adivinatorias están ahí permanentemente, trascienden los límites del tiempo y el espacio. Se desenvuelven perfectamente, por ello, a distancia: sus consultas telefónicas son idénticas, en términos de resultados, a las presenciales.
Es lógico, pues, que atiendan por teléfono. También es coherente: así pueden ayudar a más personas en menos tiempo y cobrarles mucho menos.
Mucho mejor sin gabinete
La última cuestión es si la presencia de un gabinete, en estos casos, es en realidad positiva o negativa. Acompáñanos en este ejemplo: imagínate que tienes un problema de salud y, tirando de referencias y recomendaciones, has localizado un prestigioso especialista en tu afección. Estás decidida a ponerte en tus manos y, lógicamente, llamas para fijar una cita. Te atiende una telefonista y te pide que aguardes un momento. Pasa el tiempo. Demasiado. Tanto que parece que estás en contacto con una operadora telefónica que no quiere tramitar tu petición de baja. Tu impaciencia va creciendo.
Finalmente, otro operador te anuncia que el doctor está ocupado con otro paciente, pero te pide que te mantengas en espera: te atenderá en cuanto termine. Y aguardas media hora más. Finalmente, una voz se presenta como la enfermera del famoso médico y comienza a hacerte preguntas sobre tu situación. Hablas con ella más de quince minutos. Terminado el formulario, te anuncia que te va a pasar con el doctor y te pide que esperes otro poco. Al fin, vuelven a atenderte, mucho tiempo después del que habías imaginado.
Saludas al especialista, segura de que esa voz que ahora te atiende no puede corresponder a nadie más, pero tu interlocutor te dice que es un miembro de su equipo y que te va a atender hasta que el auténtico titular de tu llamada se encuentre disponible. Te vuelve a hacer las mismas preguntas, o parecidas, que la enfermera. Estás de los nervios, a punto de colgar.
ANIL, MAESTRA VIDENTE Y TAROTISTA
Anil tiene una larga carrera en adivinación y ayuda a las personas a través de su videncia de nacimiento y el uso del tarot.
Los clientes dicen de ella que es pura fuerza, transmite seguridad, aporta mucha información. Habla y es certera, se acuerda de cada detalle y da buenos consejos.
¡Pero por fin consigues conversar con el afamado médico! Te pones muy contenta y quieres explicarle qué te ocurre. No obstante, él, con mucha educación, te dice que va a estudiar tu caso con toda la información recogida y te pide concertar una nueva cita telefónica en solo uno o dos días. Te redirige a la enfermera y esta te anota en su agenda. En total, has permanecido al teléfono dos horas y estás como al principio: esperando la próxima llamada. El colmo sería que, además, te pegaran un sablazo económico por esos 120 minutos de improductiva cháchara telefónica.
Esto es, precisamente, lo que te vas a encontrar en una consulta con gabinete: infinidad de intermediarios que marean la perdiz, ganan tiempo al tiempo y te impiden contactar con quien realmente quieres. Y, además, a un precio desorbitado para la calidad final del servicio recibido.
Los videntes sin gabinete, por su parte, te atienden en persona. Descuelgan el teléfono y se ponen de inmediato a tu disposición. Tanto los videntes como los tarotistas sin gabinete van al grano, son rápidos, cercanos, precisos y fiables. Además, ya lo hemos dicho, son económicos. También porque resuelven tus consultas en el tiempo necesario. Sin dilaciones ni requiebros. Y, como son videntes naturales, no te harán preguntas para determinar qué te pasa: lo perciben conforme hablan contigo.
Como ves, los videntes sin gabinete constituyen la mejor opción. Los verdaderos siempre utilizan esta fórmula.
✅ Vidente sin gabinete
Tal y como decíamos anteriormente, vivimos en la era de la tecnología y la informatización, lo que ha causado que muchas personas vivan enganchadas a las redes sociales y a sus teléfonos. Muchas cosas se pueden hacer desde casa: pagar facturas, ver películas, hablar con personas, trabajar, e incluso hacer la compra. Por eso, han surgido una importante cantidad de trabajos, servicios y sectores nuevos, a la par que una gran parte de ellos se han tenido que actualizar y adaptar a esta nueva realidad.
Con los tarotistas ha pasado lo mismo, ya que hay muchas videntes que ofrecen sus servicios a través de una llamada. Esto facilita mucho el trabajo y el servicio que se recibe, dado que hay ventajas para las dos partes. En el caso del cliente, tiene el beneficio de que recibe una llamada personalizada, anónima y cuidada por parte de la tarotista. El hecho de que no tenga un gabinete no significa que la atención vaya a ser mejor ni peor, sino que, si es una buena tarotista, la atención será buena. De hecho, hablamos de que las tarotistas sin gabinete destacan por su atención cercana, privada y personalizada al cliente, ya que se toman muy en serio tu bienestar y tu comodidad, para que todo se desarrolle de una forma correcta y puedan ser capaces de evaluar tu situación y conocerte mejor. De esta forma, se asegura una correcta lectura y videncia.
En esta línea, destacamos también que el hecho de ser atendida por llamada y no en persona puede ser una ventaja también para ti. Así, mantendrás tu anonimato, permanecerás más calmada y más tranquila y, además, tendrás más facilidad a la hora de ser sincera y responder de forma verídica a todas las preguntas que te haga la vidente. En una sesión en persona, puede darte vergüenza en cierto momento estar ante una persona que no conoces, y tener que mirarla a los ojos y contarle tus secretos y tu vida. Para algunas personas esto puede ser complicado y no saldría de forma natural, lo que dificultaría la sesión.
Por tanto, una lectura por llamada puede resultar incluso mejor que una sesión con una vidente en un gabinete. Tú estarás en la comodidad de tu casa, tranquilamente y sin sentirte presionada, de la misma forma que la tarotista también estará en un lugar que le resulte cómodo, por lo que el desarrollo y el resultado de tu consulta puede ser mucho más satisfactorio.